Recuerdo cómo me motivó aquel hombre, cuando por primera vez la confesé a alguien mi deseo por llegar a lugares donde nadie quiere ir.
-Podrías ser otra Gabriela Mistral...
Mis ojos brillaron y mi corazón se aceleró, sonreí efusivamente: "sí, así quiero ser".

Tiempo después analicé el momento, las clases epistolares. Por mi mente rodó aquella escena a medio día de una temporada de vientos fríos, con los rayos del sol iluminando el pasillo, mientras caminaba al lado de ese hombre que portaba traje sastre y sus eternos libros antiguos a la mano.

Fue todo un placer en ese instante, pero ahora pienso en Gabriela Mistral del amor contrariado...

Días de desvelo

Son precisamente estos momentos en los que llego a la conclusión de que el camino amarillo del hombre es una basura.

¿Acaso nadie se da cuenta de la tremenda dimensión de este virus que nos consume? Cuánta hipocresía, cuántas máscaras; inútiles pretensiones.

El mundo real... Nada.


Deseos de desaparecer. Deseos de ser absorbida por una luz azul, o de caer en entrañas oscuras.

Revelaciones de un diario oculto

Fue un 18 de marzo 

...

Con su mano apretó mis dedos com si tomara un ramo de flores.Tanto tiempo de contacto fìsico amistoso y me dieron ganas de estirar mis dedos para entrelazarlos con lo suyos. Fui torpe. Puedo imaginar la cara que puse, como con los ojos separados y muy abiertos, la boca apretada mientras me dejaba llevar.

Tú y yo no nos parecemos tanto.

¿O sí?

...

Es el único secreto que me queda. Ahora no tanto.

Ya no recuerdo para qué quería tener el cabello largo, si solamente me molesta.

Constancia

Ayer pensaba en la manera que he cambiado. Creo que me he vuelto una insensible conmigo misma. Siento que he perdido esa extraña armonía y plenitud que sentía en mi. No sé qué pasa, me he convertido en una cosa que piensa en tantas banalidades...ya no escribo como antes, siento que algo me falta, que perdí una pieza importantísima en el camino hacia lo que estos días soy.
Hay un hueco en el centro de mi pecho.