Amo el silencio de mi cuarto. La soledad que me rodea cuando cierro la puerta: tranquilidad y estabilidad me acompañan. Un poco de mi música favorita, para inspirar las palabras.
¿Por qué tú te empeñas en hacer ruido? En resoplar al ritmo de mis canciones, de exhalar cada 15 segundos y mover tus pies al compás de tu hiperactividad.
Te quiero, pero quiero más mi paz. Eres una buena persona, solo que hoy prefiero mil veces estar sola, que escuchar el viento salir de tu boca.
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